¡Hola Guadianes!
Hoy es el último día del año y, por supuesto, no podía faltar la última entrada del año dedicada a vosotros, los lectores. Los que estáis ahí.
Quiero desearos una Feliz Navidukkah («Navid» de Navidad y «ukkah» de Hanukah) y desearos que paséis una noche estupenda. Pero no os desmadréis y ensuciéis las calles demasiado, el medioambiente os lo agradecerá (y yo también).
Quiero agradeceros por última vez en este año (pues el año que viene habrá más), que os dejéis caer por aquí de vez en cuando para leer lo que escribo y por darme vuestra ayuda en todo lo que podéis, ya sea colaborando aquí o difundiendo la novela fuera.
Desde aquí, desde mi humilde ordenador regalado con el que trabajo a diario (que haría yo sin él), alzo mi botella de agua (las copas no se cogen hasta esta noche) para brindar por todas las personas que están a nuestro lado, por las que están lejos pero permanecen en nuestros corazones, por vosotros y por mí.
Que el año nuevo nos traiga la felicidad que nos hace mantenernos serenos, y que todos los propósitos y deseos para el año que viene se hagan realidad.