Después del primer fiasco (aunque bastante previsible), me preparé un poco más. Durante el segundo año del blog en el aire revisé la novela, redacté una carta de presentación y una propuesta editorial. Aún no sabía mucho de editoriales y de cuántas podía haber, así que la siguiente tanda con las que me puse en contacto fueron editoriales con las que me topé por casualidad. Éstas fueron Editorial Nemira, Éride Ediciones, Novum y Entrelíneas Editores.
Nemira no tardó mucho en contestar. Creo que unos días. Me enviaron una nota informativa con las dos opciones que me daban para publicar mi libro: edición tradicional e iEdición Nemira. La diferencia entre una y otra era que en la segunda yo no tendría que pagar por ejemplares impresos. Es decir, que la primera era una co-edición normal y corriente, y la segunda, aunque también era una co-edición, la impresión de los libros sería bajo demanda, por lo que el precio a pagar por mi parte se reducía muchísimo. Aunque la segunda opción era asequible, mi bolsillo no tenía crédito, por lo que tuve que descartarla.
Éride Ediciones me envió un presupuesto de edición, en el que editorial y yo corríamos con los gastos a partes iguales, sin incluir organización de presentaciones ni la inserción de anuncios en los medios. Aunque en su cabecera lo llamaban “presupuesto de edición” iba a ser un contrato de co-edición en toda regla con un presupuesto extremadamente alto para mi bolsillo.
Novum, después de leer mi propuesta me pidieron la novela completa para poder determinar si entraba dentro de su catálogo y me enviaron por correo un cuestionario sobre ella que debía rellenar. Más o menos un mes después de hacerlo, me llamaron para informarme de que la novela había sido aceptada y me contaron por encima en qué iba a consistir el contrato. Unos días después me llegó por correo el contrato de nueve párrafos: características del libro, cesión del contenido, los servicios gratuitos que estaban a mi disposición, una garantía de que iba a vender 3000 ejemplares o una duración del contrato de 3 años. En ningún momento decían cuántos ejemplares iban a imprimir y, al final, me daban un anexo con las mejoras de contrato que tenían disponibles con el coste de cada una: corrección, lectura, transformación a ebook, etc. Pese a que aceptaron mi novela, decidí no firmar con ellos por varios motivos:
- Si me ofrecían servicios extra como lectura y corrección (y que tendría que pagar si loso quería), ¿significaba eso que si no los aceptaba no leerían ni corregirían mi novela? Esta pregunta me hizo pensar que esta editorial publicaba todo lo que le llegaba, sin pasar ningún filtro. Y eso, bajo mi punto de vista, no dice nada bueno de ella.
- Aunque menos importante que la anterior, me hice otra pregunta: ¿Cómo podrían darme una garantía de que iba a vender 3.000 ejemplares? Siempre he creído que no existen garantías de venta y, si se trata de literatura, mucho menos.
Entrelineas Editores no llegó a responderme por aquel entonces. Quizá podía haber firmado por cualquiera de las tres que sí me dieron la opción, pero llamadme cobarde si queréis. No me atreví a firmar con ninguna porque no me transmitieron la confianza que necesitaba. Y para ser sincera, me alegro de no haberlo hecho.
Continúa leyendo las experiencias editoriales aquí.
———-
Las experiencias aquí contadas son algo personal, por lo que no quiere decir que a todos los autores que intenten publicar con estas editoriales les vaya a suceder lo mismo, ni que los autores que sí han publicado con ellas tengan un mal trato o condiciones injustas o ilegales.
Menos mal que no firmaste, Yersey. Yo entiendo que unos puedan elegir publicar con editorial y otros autopublicar, pero no el trato con empresas de servicios editoriales que se hacen pasar por editoriales, y que cobran por humo y te prometen cosas como esos 3000 ejemplares vendidos seguros. Ya te puedes imaginar que eso es una estafa, porque ni pueden asegurarlo ni lo van a conseguir, en los tiempos que corren.
Muy interesantes tus artículos, estos no los conocía. Sigo leyendo ;D
Me gustaLe gusta a 1 persona
¡Muchas gracias, Yolanda! Me alegro de que te resulten interesantes. La intención es que mis «no experiencias con editoriales» ayuden a otros escritores que se estén planteando publicar su manuscrito. No sé si en algún momento de la larga lista me habré equivocado, pero a día de hoy tengo la conciencia muy tranquila y me alegro de haber tomado las decisiones que tomé.
Me gustaMe gusta