Roca Editorial fue una de aquellas editoriales que me respondió afirmativamente cuando realicé el envío masivo de propuestas editoriales gracias al listado que elaboré. Me respondieron en marzo de 2011 diciéndome que estaban interesados en lo que les ofrecía, y me pedían la obra completa para su valoración. Ese mismo día se lo envié y desde entonces esperé con ansias su respuesta.
Unos meses después, ante falta de respuesta de algunas editoriales, decidí ponerme de nuevo en contacto con ellas. Llamé por teléfono en junio de ese mismo año a las oficinas de Roca Editorial para saber cómo iba la valoración de mi novela y, con amabilidad, me respondieron que ya estaba en proceso de valoración, pero que enviara un correo al departamento de lectura para que ellos me informaran mejor.
Así lo hice, esperando recibir una contestación en cuanto la tuvieran. Sin embargo, no me respondieron hasta un año y medio después, es decir, enero de 2013, para comunicarme que su política editorial había sufrido cambios y que ya no aceptaban manuscritos no solicitados para su evaluación.
Como imaginaréis me quedé a cuadros, pues ellos sí que pidieron evaluar mi manuscrito hacía más de un año, y decidí no insistir más dada su falta de organización y memoria, o así lo considero yo. A lo mejor si hubiese insistido la cosa habría salido de otra forma, pero esa fue la decisión que tomé.
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Las experiencias aquí contadas son algo personal, por lo que no quiere decir que a todos los autores que intenten publicar con estas editoriales les vaya a suceder lo mismo, ni que los autores que sí han publicado con ellas tengan un mal trato o condiciones injustas o ilegales.
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