Hoy no vengo a hablar de mi libro (esto me recuerda al famoso “Yo he venido a hablar de mi libro” de Umbral). He venido hablaros de los concursos literarios promovidos por las editoriales, y de un reciente suceso que algunos han vivido (no es mi caso).
Seguro que la mayoría de los que estáis aquí, conocéis a la fabulosa Esther G.R. (o Esthervampire), propietaria del archi-mega conocido blog “El Lado Oscuro”, y si aún no lo conocéis, estáis tardando. Si algo caracteriza a la carismática Esther, es su sinceridad y su incesante lucha contra las injusticias (literarias), que denuncia públicamente a través de su canal de YouTube y su blog. Sin tapujos; sin esconderse.
El último escándalo literario tiene que ver con la Editorial Oz, y un premio sobre novela juvenil que organizó hace poco, en el que Esther participaba. Os puedo asegurar que nadie va a explicarlo mejor que ella, así sin más dilación, os dejo con el texto con el que Esther presenta su vídeo, y el mismo a continuación. Juzgar vosotros mismos.
«En el vídeo de hoy os cuento lo sucedido hace unos días al anunciar el fallo del «I Premio Oz Editorial» de novela juvenil. Un premio que, al parecer, huele a chamusquina. ¿Fraude?, ¿tongo?, ¿tenían ya las novelas elegidas antes de comenzar el concurso?, ¿por qué negaron a algunos el enviar las novelas escritas en Wattpad si en unas de sus dos bases publicadas ponía que sí se podía? Esto es el #FalsoPremioOz«.
¿Por qué yo no participo en este tipo de concursos?
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Ganador sugerido: X elije al jurado y les comunica que el candidato Y pertenece a X.
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Ganador pactado: Agencia o editorial pactan con el propio autor para que se presente al concurso.
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Ganador reconocido: este caso suele darse en los premios los gordos (como el Planeta), donde se presentan tanto autores noveles como autores con una larga carrera literaria a sus espaldas.
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Ganador “amateur-best-seller”: si quién lo organiza es una editorial modesta, donde los autores noveles tiene más posibilidades, los ganadores suelen ser escritores cuyas cifras de visitas en sus respectivas son webs son sustanciosas. Es decir, los que tienen ya un grupo grande de compradores potenciales.
Respeto a todos aquellos autores que siguen intentando esa vía y espero que algún día, uno de esos concursos resulte ser lo que promulga en sus bases, condiciones o currículum; pero no es lo mío. A lo que sí me presento es a concursos de relatos, donde adquiero experiencia por poca que sea escribiendo sobre diferentes temáticas y siento que no he perdido tanto el tiempo.
¿Y vosotros? ¿Os presentáis a concursos literarios? ¿Qué opináis de ellos?
¡Hasta la próxima!
Pues es una pena que sea así… os sigo animando a todos a que sigáis intentándolo y al menos pongáis una buena competencia. B7s
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Muchas gracias Ali. Hacemos lo que podemos y sin perder nunca la esperanza. 🙂
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