Cuando decidí que era el momento adecuado para dar a conocer a través de Internet lo que escribía (o más bien me convenció la familia allá por 2009), empecé a formar parte de la Comunidad Literaria sin saberlo. Como en todas las comunidades donde un grupo de gente tiene un punto en común, nos apoyábamos entre nosotros, leíamos a otros y aprendíamos. Nos conocíamos de forma virtual prácticamente entre todos. Por supuesto, también forjabas amistades virtuales que, con un poco de suerte y ganas, se desvirtualizaban y pasaban a formar parte también de tus amistades fuera de la red.
Al principio éramos pocos y todo fluía por sí solo: follows, comentarios, promociones por compañerismo… y hasta premios blogueros que nos concedíamos entre nosotros para dar visibilidad a otros entre los nuevos que llegaban. Y lo hacíamos como UNO solo. Un ÚNICO ente literario que no entendía de egos ni de superioridad. Algunos blogs tenían más seguidores y comentarios que otros, pero nadie desprestigiaba a nadie. Los que fueron creciendo seguían ayudando en lo que podían a los más pequeños, porque lo importante era crear una COMUNDAD en la que todos tuvieran cabida. Pero hace mucho tiempo que dejó de ser así.
La Comunidad era un ÚNICO ente literario que no entendía de egos ni de superioridad
El punto de inflexión
Poco a poco, la comunidad fue creciendo; haciéndose cada vez más grande y resultando realmente difícil prestar atención a todos los blogs por igual. Y aunque el lanzamiento de Blogger fue en 1999, no todas las casas disfrutaban de Internet y tenían la libertad que se tiene ahora. Así que los que llevábamos casi desde el principio (cuando Internet comenzó a ser más accesible para todos) nos esforzábamos por intentar mantener esa Comunidad tan maravillosa y beneficiosa de la que todos formábamos parte: creamos grupos de Facebook, blogs y quedadas donde seguir integrando a cada miembro de la Comunidad, invitando a todos a, al menos, echar un ojo a los demás blogs que participaban en esos grupos; a conocer gente con las mismas pretensiones y objetivos…
Pero, sin saber cómo, se convirtió en una especie de competición. En un concurso de popularidad donde los números cobraron más importancia que la fidelidad a unos principios forjados en los que primaba el compañerismo y la camaradería literaria. Y surgieron los famosos y retorcidos “Si me sigues, te sigo” y “Si me comentas, te comento” con el mensaje subliminal de “Y si no lo haces no me interesa lo que hagas”, que tanto daño hicieron a la Comunidad. Ese, fue el principio de la destrucción.
Sin saber cómo, se convirtió en una especie de competición. En un concurso de popularidad
Una comunidad rota
¡Felices Juegos del Hambre! (Y que la suerte esté siempre de vuestra parte), porque la vais a necesitar. Las apariencias engañan y la Comunidad Literaria no se queda fuera de esta verdad universal.
Internet fue evolucionando y la Comunidad con él. Por un lado, surgieron más blogs de reseñas, que pasaron de ser libros recomendados por el autor de las mismas, con sus gustos buenos y malos, a blogs colaboradores de editoriales y booktubers con un alto precio: la opinión personal y sincera en pos del ensalzamiento de los libros enviados por las editoriales. En este punto no está todo perdido, aún queda gente sincera que, si un libro no le gusta, lo dice y punto (pero quedan pocos).
Por otro lado, los números siguieron cobrando cada vez más importancia. La ecuación es sencilla: a más número de seguidores/suscriptores, más colaboraciones con editoriales. Y, quién sabe, a lo mejor podemos hasta escribir una novela (sin ninguna base ni experiencia más que la de leer) y publicarla con (casualidades de la vida) una editorial con la que colaboramos. Obviamente, no es el caso de todos, pero sí de unos cuantos (ya habrá tiempo de reflexionar sobre esto más adelante).
La ya extinta (pero no olvidada) Blogger Lit Con, dio y quitó a La Comunidad Literaria a partes iguales por su peso
Los que siguieron intentando mantener la Comunidad, lo hicieron de verdad, al principio. Una gran quedada literaria anual (amada por muchos y no tanto -al final- por otros, aunque no todos públicamente) y que coincidía con la Feria del Libro de Madrid: la ya extinta (pero no olvidada) Blogger Lit Con, que tanto dio y quitó a la Comunidad Literaria. Porque sí, bajo mi punto de vista, dio y quitó a partes iguales por su peso. Por un lado, es admirable la manera en la que consiguieron juntar a cientos de personas por algo como la literatura (tan infravalorada en este país), y que logró romper la barrera de ser el bicho raro por gustarte leer y escribir diciéndote “No estás solo/a”, ofreciendo esa integración que a uno le faltaba (TODOS MIS RESPETOS POR ESTO). Por otro, esta maravillosa base se dejó camuflar por los egos, los amiguismos y el “Yo he venido a hablar aquí de mi libro (o canal)”, creando una franja infranqueable entre pequeños y grandes blogueros/booktubers… que derivó en la disolución de esta gran quedada (y que solo los organizadores que tanto trabajaron por ella saben realmente por qué).
Pero quién sabe… quizá la situación esté cambiando y una renovada Comunidad resurja para volver a ser lo que era.
Qué gran verdad, se ha perdido muchísimo de ese compañerismo que había al principio. Yo estaba en miles de grupos de whatsapp donde la gente comentaba a todo el mundo y hablaban de todo tipo de libros, luego empezaban a hablar que si pedir tal o tal libro, la gente dejó de hablarse, no se compartían contactos, no se ayudaban… pero en el fondo creo que se puede crear de nuevo algo así, quizá por eso estoy tan interesada en literurantes, y me encantaría que hubiera copias en más ciudades y todos pudiéramos disfrutar de estar juntos.
¿Será un imposible en estos tiempos?
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¡Hola! Creo que sinceramente que se puede construir una nueva comunidad y volver a ser lo que era, pese a la magnitud de ahora. Pero es muy difícil. Los concursos de popularidad y acaparación están a la orden del día… y luchar contra los egos y los fanboys/fangirls de turno es como intentar destruir el anillo 😉 ¡Gracias por pasarte!
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Es cierto. Y una lástima. ¿Qué se puede hacer, aparte de seguir buscando la forma de formar y matener comunidades de creadores que creen por el vicio de crear?
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¡Hola! Ojalá tuviera la fórmula para conseguirlo. Este año están surgiendo nuevas quedadas literarias con el fin de hacer (y mantener) comunidad realmente interesantes. La Lit Con Madrid (de la que hablaré la semana que viene) o Literurantes (que también hablaré más adelante), son el inicio de algo bueno. Hay buena gente detrás con buenas intenciones y muchas ganas de ayudar y hacer piña. ¡Gracias por pasarte por aquí!
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