Las bibliotecas son espacios de vital importancia para promover la literatura entre la población. Pero, para ello, es necesario que ocupen un porcentaje importante dentro del patrimonio cultural de un país. En este sentido, el Anuario de Estadísticas Culturales 2019 del Ministerio de Cultura y Deporte, (que ya utilicé para hablar del peso cultural de los libros en los hogares españoles), dedica un epígrafe con información relativa a dicho patrimonio.
En términos generales, el conjunto de bienes muebles inscritos (grupo al que pertenecen las bibliotecas) en el año 2018 como Bienes de Interés Cultural (BIC) descendió a 22.578, magnitud que supone un descenso del 1,6% respecto a 2017.

(Valores absolutos).
Dentro de estos, el patrimonio bibliográfico representa un 7,4 % del total, estando por detrás de las categorías de Pintura y Dibujo, Escultura y Mobiliario.

Según el Anuario, la Estadística de Bibliotecas tiene los objetivos, entre otros, de proporcionar información relativa al equipamiento físico y humano de las bibliotecas, medir las variaciones bienales que se producen en la actividad de las bibliotecas y evaluar la financiación que se destina a dicha actividad.
En este sentido, el número de bibliotecas ascendió en 2016 a 6.636,
cifra que supone una media de 14,3 bibliotecas por 100.000 habitantes.

Además, el 60,8 % de las bibliotecas analizadas son bibliotecas públicas, que disponen de una colección de fondos de carácter general, ofrecen servicios informativos de tipo cultural, educativo, recreativo y social, y son accesibles a todos los ciudadanos. En cuanto a las bibliotecas especializadas, cuya colección de fondos versa sobre una disciplina o campo específico, suponen el 31,6 % del total. Finalmente, el 4,5% se corresponden con bibliotecas de instituciones de enseñanza superior y el 3 % son bibliotecas para grupos específicos de usuarios.
