Para iniciar 2020 con buenas expectativas, el Gobierno de Ciudad de México hizo una lista con pronósticos para mejorar la calidad de vida de sus ciudadanos: mejorar los sistemas de drenaje, reducir el uso del plástico, mejorar la calidad del aire y calles más seguras, entre otras.
Dentro de estas medidas, el foco se centra en la zona de Iztapalapa con un proyecto de las Unidades de Transformación y Organización para la Inclusión y Armonía Social (UTOPÍAS), cinco espacios verdes con instalaciones deportivas, recreativas y sociales. Una de estas medidas era la adecuación de un avión abandonado como biblioteca pública. Y lo han cumplido. Desde el pasado mes de febrero, los vecinos de Iztapalapa cuentan con una biblioteca digital enfocada al público infantil.

Se trata de Boeing 737-200 que dejó de funcionar en 2009 y que se encontraba en desuso en el cementerio de aviones del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México. Los ex-miembros de la extinta Mexicana de Aviación lo recuperaron para darle una nueva vida: retiraron las filas de asientos y las cambiaron por ordenadores y una minibiblioteca donde los niños pueden ir a hacer sus tareas escolares, convirtiéndolo en un biblio-avión maravilloso.

Además, para incentivar la asistencia de los niños, cuentan con un bono de diez visitas. Al cumplimentarlo, un mecánico de aviación retirado les deja acceder a la cabina del avión para una clase de simulación de vuelo.
Reutilización y literatura, además de una mejora del entorno. A mí, personalmente, me encanta la idea. ¿Qué te parece esta propuesta?
Como mexicano me siento bien de que este tipo de noticias circulen por el mundo. Sin embargo, todo hay que decirlo: Como biblioteca no funciona. Es decir: Como el espacio reservorio donde cualquiera -durante la infancia o ya en plena madurez- se acerca y pasa el tiempo para leer, escuchar música e incluso ver películas. Me preocupa el cierto rescate utilitario y no por la digitalización; qué bueno que consultan información de esa manera, pero sólo por «hacer la tarea» y no por el disfrute, no por el sentido original de investigación que poseen las bibliotecas (Una de mis escenas favoritas de Se7en es cuando Somerset indaga, por sí y por el FBI, en una biblioteca), no por su noción de preservación de volúmenes. ¿Quién resguarda a los guardianes del conocimiento? Saludos
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¡Hola Alejandro! Quizá como biblioteca no funcione exactamente, aunque quién sabe si los niños y niñas que acuden allí van solo para hacer la tarea, para leer o para algo de ocio. En cualquier caso, la rehabilitación de espacios siempre es una gran noticia, y si en ellos además se intenta promover la cultura entre los más jóvenes, pues bienvenida sea. La verdad es que me encantaría conocer de cerca cómo está funcionando el avión y si se realizan diferentes actividades para el fomento de la lectura entre los más pequeños. Muchas gracias por tu aportación 🙂 . Saludos.
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A ti, por el diálogo, Yersey. Saludos
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