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No sé tú, pero yo soy de las que se marca objetivos para cualquier cosa de la vida en la que me embarque (y quizá esto haga que me genere mi propio estrés 😳, pero este no es el tema). La cosa es que marcarme objetivos en las cosas que estoy haciendo me ayuda a poner todo mi empeño en ello 💪. Porque lo reconozco, no me gusta fracasar (y además nadie lo gestiona tan bien como cree, incluida yo), y tampoco me gusta dejar las cosas a medias, así que también soy de esas personas que no para hasta conseguir lo que se propone sin importarme los obstáculos.

El caso es que cuando te embarques en un proyecto o te marques un objetivo, no lo abandones porque alguien te diga que no puedes hacerlo, que es una locura o que no es importante. Yo he tenido la suerte de que mi familia siempre ha estado a mi lado y no solo no me ha dicho nunca «Eso no lo puedes hacer, Laura», sino todo lo contrario: «Si es lo que quieres, a por ello» 😉.

Por ponerte un ejemplo, hace once años pisé CONAMA (el Congreso Nacional de Medio Ambiente) por primera vez como voluntaria, pensando que algún día quizá podría participar en los comités técnicos o hasta ser ponente (con todos los nervios y tal de lo que me supone hablar en público). Y ¿sabes qué? Este año todo eso ha pasado 🤭.

Así que da igual lo que te hayas propuesto y cuántas veces pienses que no lo conseguirás, pulsa el botón «dar más».