Escritores

VallGut, la librería de Granada que da una oportunidad a la autopublicación

Las diferentes formas de publicar de un libro también conllevan diferentes formas de promoción. A pesar de que cada vez vamos derribando más barreras, son de sobra conocidos por la comunidad literaria los obstáculos a los que deben enfrentarse aquellos que optamos por la autopublicación.

Una de ellas, y quizá una de las más importantes, es hacerse un hueco entre los libros provenientes de editoriales que llenan las estanterías de librerías y grandes superficies de venta. Y, es que, es casi imposible entrar en ese catálogo visual. Si bien es cierto que existen escritores que han llegado a un acuerdo con la librería de su barrio, colocar tu libro autopublicado en ellas es difícil simplemente porque “es mucho más fácil contactar con la distribuidora y hacer una selección de lo que sabes seguro que vas a vender o que está de moda en ese momento, o que tiene una publicidad tremenda que ponerte a buscar escritores autopublicados, contactar y hacer toda la gestión con ellos directamente”, me cuenta Raquel Villegas, una de las propietarias de la Papelería-Librería VallGut en Granada.

Interior (cedida).

Su anterior negocio —cerrado debido a la pandemia— era una cafetería que contaba con un punto de BookCrosing; la gente podía llevar los libros que ya no quería, dejarlos allí y llevarse otros, de manera que se fomentaba el interés por la lectura y el dar una nueva oportunidad a los libros. En esta nueva papelería-librería (que también hace transportes), ha decidido seguir fomentado la cultura literaria abriendo la puerta a los libros autopublicados: “Me apetece que mi librería sea diferente. Hay mucha calidad en libros autopublicados”, señala. La motivación viene porque ella también es escritora autopublicada (No olvides mirar las nubes, de 2019, e ¿Y si…?, publicado en 2020) y sabe de primera mano lo complicado que es ganar visibilidad en el mundo literario cuando no se tiene una editorial detrás: “Me da mucha rabia que los autopublicados no tengan (tengamos) tanta salida por no estar con una editorial”, comenta.

Interior (cedida)

Sin duda, VallGut es todo un ejemplo digno de admiración y agradecimiento por parte de la comunidad literaria. Y, por qué no, de seguimiento por parte de otras librerías. Así que ya sabes, si estás o pasas algún día por Granada, apunta la C/ Gonzalo Jiménez de Quesada, 5, y hazle una visita a esta librería-papelería que ha lanzado una lanza en favor de los autopublicados y donde, Ocaso, primera parte de mi saga de fantasía urbana, tendrá un hueco en sus estanterías. “Un sello no es garantía de calidad. Cada libro es un mundo nuevo a descubrir, ¿qué más da si lleva un sello, tres o ninguno?”, comenta Raquel y yo no podría estar más de acuerdo con ella.

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