Dentro de la literatura, la ciencia ficción es uno de los géneros de más éxito junto a la fantasía (y también es uno de mis favoritos). Se trata de un género especulativo que relata acontecimientos desarrollados, en principio, en un marco imaginario y cuya verosimilitud se fundamenta con las ciencias físicas, naturales y sociales. El matiz de «en principio» es porque se trataría de un género de narraciones imaginarias que «no pueden darse en el mundo que conocemos» pero que, tal y como demostraron escritores como Ray Bradbury, Isaac Asimov, J. G. Ballard, Ursula K. Le Guin, Philip K. Dick o Julio Verne, a veces la realidad supera a la ciencia ficción.
A diferencia del género fantástico, que se basa en hechos imaginarios, la ciencia ficción trata de asuntos relacionados con la ciencia. Precisamente por este motivo hay cierta controversia con su nombre, pues ciertos autores consideran que ciencia ficción es una mala traducción de science fiction, siendo la correcta ficción científica, aunque esta no fue tan ampliamente aceptada.
A diferencia del género fantástico, que se basa en hechos imaginarios, la ciencia ficción trata de asuntos relacionados con la ciencia
El origen de la ciencia ficción
Si bien el término ‘ciencia ficción’ nació de la mano del escritor Hugo Gernsback en 1926 al utilizarlo en la revista temática Amazing Stories, no existe un consenso global de sus orígenes como género. Algunos expertos se remontan al siglo XIX con relatos como Frankestein de Mary Shelley en 1818, pero son los considerados primeros maestros del género (Julio Verne y H. G. Wells) se dieron ya en la segunda mitad siglo XIX, quienes sentaron las bases de lo que vendría después. Recordemos que Cinco semanas en globo (1861), Viaje al centro de la Tierra (1864) o De la Tierra a la Luna (1865) del primero, y La Máquina del Tiempo (1895), El hombre invisible (1897) o La Guerra de los Mundos (1898) del segundo, siguen siendo hoy grandes obras maestras de la ciencia ficción.
Sin embargo, fue en la primera mitad del siglo XX, la denominada Edad de Oro de la ciencia ficción, cuando el género experimentó su mayor auge con autores como Isaac Asimov (Fundación, 1942), Arthur C. Clarke (Un mundo feliz), Aldous Huxley (Un mundo feliz), George Orwell o Ray Bradbury.
Vertientes y subgéneros de la ciencia ficción
Dentro de la ciencia ficción pueden distinguirse dos vertientes: la ciencia ficción hard o dura, que es aquella que construye sus argumentos con gran rigor científico y estos tienen un papel importante para la trama; y la ciencia ficción soft o blanda, que es lo contrario, es decir, su rigor científico es más laxo y se centra más en las posibilidades literarias del género dentro del marco imaginario. Mientras que un ejemplo de ciencia ficción hard sería Fuentes del Paraíso de Arthur C. Clarke, un claro ejemplo de ciencia ficción soft (en el cine) sería La Guerra de las Galaxias.
Dentro de la ciencia ficción pueden distinguirse dos vertientes: la ciencia ficción hard o dura y la ciencia ficción soft o blanda
En cuanto a los subgéneros, si bien no existe un consenso de estos, podríamos diferenciar los siguientes de acuerdo al tema principal de la trama:
- Ciencia ficción militar: se describen conflictos, estrategias y situaciones militares (La guerra interminable, de Joe Haldeman).
- Ciencia ficción postapocalíptica: un escenario futurista tras una gran catástrofe mundial, que provocó el declive de las civilizaciones (La carretera, de Cormac McCarthy).
- Ciencia ficción social: centradas en los conflictos sociales, la ética y las libertades individuales.
- Distopía: se plantea un mundo en el que los discursos ideológicos son llevadas a sus consecuencias más extremas. Es lo contrario a la utopía. Son mis favoritas (El cuento de la criada, de Margaret Atwood).
- Ucronía: reconstruyen lo sucedido en la realidad, de manera que cambia el futuro (El hombre en el castillo, de Philip K. Dick)
- Utopía: historias en las que las doctrinas se acoplan de manera armoniosa en la sociedad. Es lo contrario a la distopía (Los desposeídos, de Ursula K. Leguin).
- Ciencia ficción espacial: se desarrollan en el espacio.
- Colonización: la trama principal se centra en la conquista y colonización del espacio exterior (Crónicas Marcianas, de Ray Bradbury).
- Opera espacial (space opera): centrada en los sentimientos, las aventuras y los escenarios donde se desarrolla la trama (El juego de Ender, de Orson Scott Card).
- Retrofuturismo (-punk): ambientadas en mundos tecnológicos, pudiendo ser en épocas pasadas, actuales o futuras.
- Biopunk: ambientada en un futuro en cuya sociedad prima la biotecnología (La chica mecánica, de Paolo Bacigalupi).
- Cyberpunk: ambientada en un futuro puramente tecnológico (¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas?, de Phillip K. Dick).
- Dieselpunk: ambientadas en entre la primera y la segunda guerra mundial cuya principal fuente de energía es la gasolina (La trilogía Leviathan, de Scott Westerfeld).
- Greenpunk: ambientadas en una sociedad que vive en consonancia con la naturaleza, ecologista. Es un subgénero muy nuevo (Fractura, de Dani Arroyo).
- Steampunk: ambientación victoriana del siglo XIX en la que las máquinas de vapor son la fuente de energía para los desarrollos tecnológicos y que son más avanzados de lo que deberían (Mortal Engines, de Philip Reeve).
- Viajes en el tiempo: centradas en viajes tanto al pasado como al futuro (La máquina del tiempo, de H.G. Wells).
Además de esto, la ciencia ficción también se caracteriza por ser el marco para el desarrollo de historias de otros géneros literarios como la fantasía (ciencia ficción fantástica) o la policiaca (ciencia ficción policial), entre otros.