Qué raro ha sido 2021. Es como si hubiéramos parpadeado en 2019 y ¡zas! Ya estamos en 2022 😳. Pero que el tiempo pase rápido no significa que no hayan pasado cosas.
2021 ha sido el año de la adaptación: de adaptarse a un nuevo hogar (sin olvidar nunca el anterior), de adaptarse el teletrabajo (cuya opción no podría ser mejor) y de adaptarse a una situación social general (en la que no podría tener mejor compañero) 🤗. Un conjunto de sucesos iniciados en 2020 que tenido su consecución en 2021 y que han dado un pequeño vuelco a mi vida. Un vuelco de los buenos, de los que te hacen evolucionar, reflexionar y mejorar (o eso creo yo).
2021 ha sido también el año de los altibajos: acabé el Máster que siempre quise hacer, pero aparté mi faceta de escritora por completo; aprendí a gestionar mi estrés personal (sigo trabajando en ello), pero las reuniones con gente ahora me generan ansiedad; y aunque mis ganas de hacer cosas nuevas, aprender y mejorar, no he sabido gestionar del todo bien mi tiempo.
Y como soy de las que piensa que hay que quedarse con lo bueno y aprender de lo no tan bueno, prepárate 2022, porque no tengo intención de rendirme. ¿Me acompañas?
