Matilde Asensi, periodista y escritora alicantina dijo: «El arte y la cultura aumentan la armonía, la tolerancia y la comprensión entre las personas» y yo coincido con ella. Soy de las que piensa que invertir en cultura es invertir en calidad de vida y, si bien el confinamiento hizo que, al igual que otros negocios, las librerías resistieran a duras penas, los libros fueron un salvavidas para mucha gente.
Como cada año, el Ministerio de Cultura y Deporte publicó durante el mes de noviembre el Anuario de Estadísticas Culturales 2021, elaborado por la División de Estadística y Estudios de la Secretaría General Técnica del Ministerio con datos de 2020. Este Anuario muestra que el gasto de los hogares en bienes y servicios culturales se situó en 10.484,9 millones de euros, cifra que supone un descenso interanual del 15,8% y que representa el 2,1% del gasto total estimado en bienes y servicios. En este se incluye el peso cultural de los libros en los hogares españoles, que en 2020 fue del 15,7 %, superando a la cifra de 2019 (un 14,2 %).

El Anuario también muestra los indicadores de evolución de precios de determinados productos culturales, entre los que se encuentra el libro, y cuyos datos son obtenidos de la estadística Índice de Precios de Consumo Base 2016 (INE). Si bien el Índice General Nacional ha descendido 0,3 puntos con respecto al año anterior, el índice de precios de consumo de los libros ha aumentado un 1,1 puntos.

Para completar la visión de cuánto peso tiene cada uno de los bienes y servicios en los hogares españoles, la Encuesta de Hábitos y Prácticas Culturales en España, cuenta con la colaboración del Instituto Nacional de Estadística (INE) en determinados aspectos de su diseño muestral, como es el caso del apartado de «Hábitos y prácticas culturales». En este sentido, los resultados muestran que la lectura se encuentra, otro año más, en la segunda posición (65,8 %) de frecuencia de actividades culturales tras escuchar música (87,2 %).

A lo anterior, se suman los datos de qué tipo de actividades artísticas son realizadas anualmente por las personas objeto de estudio, es decir, las prácticas culturales activas, donde la afición por escribir se sitúa con un 8,7%.

Tal y como muestran las cifras, los libros siguen teniendo un importante peso cultural en los hogares españoles, aumentando tanto el número de lectores frecuentes, especialmente durante los meses de confinamiento, como la adquisición de libros, y manteniendo el hábito de escribir. Todo ello refleja, en mi opinión, la importancia de la literatura en nuestras vidas y de seguir fomentando y apostando por el progreso de la cultura en la sociedad.