Si bien el confinamiento derivado de la crisis sanitaria provocada por la pandemia cerró cualquier tipo de establecimiento no esencial, bibliotecas incluidas, estas siguen aportando enormes beneficios a la sociedad. Es por ello que merece la pena revisar cada año las estadísticas relativas a las variaciones que se producen en su actividad o la evaluar la financiación que se destina a dicha actividad
Este análisis puede hacerse a través del Anuario de Estadísticas Culturales 2021 del Ministerio de Cultura y Deporte (que ya utilicé para hablar del peso cultural de los libros en los hogares españoles), pues dedica un epígrafe con información relativa a las bibliotecas. Para tener una visión genérica de cuánto peso tienen dentro del conjunto de bienes muebles inscritos (grupo al que pertenecen las bibliotecas), en 2020 se consideraron como bienes BIC un total de 23.342, cifra que representa un descenso del 0,2% respecto a la del año anterior. De ellos, 7.805 se encontraban en la situación de bienes incoados y 15.537 eran bienes ya declarados.

Por categoría, el Patrimonio Bibliográfico representa un 7,2 %, situándose en cuarta posición por detrás de Pintura y Dibujo (33,7 %), Escultura (14 %) y Mobiliario (12,1 %).

Si nos centramos en las bibliotecas, cuya fuente de información utilizada es la Estadística de Bibliotecas de 2018 (la misma utilizada para la versión publicada en 2020), el Anuario indica que el número de bibliotecas ascendió en 2018 a 6.458, cifra que supone una media de 13,8 bibliotecas por 100.000 habitantes, teniendo cada una de ellas por término medio 1,3 puntos de servicio.

De todas ellas , el 62 % de las bibliotecas analizadas son bibliotecas públicas, que disponen de una colección de fondos de carácter general, ofrecen servicios informativos de tipo cultural, educativo, recreativo y social, y son accesibles a todos los ciudadanos. En cuanto a las bibliotecas especializadas, cuya colección de fondos versa sobre una disciplina o campo específico, suponen el 30,7 % del total. Finalmente, el 4,2% se corresponden con bibliotecas de instituciones de enseñanza superior y el 3,1 % son bibliotecas para grupos específicos de usuarios.

Siguiendo la estela de los datos del Anuario, el número de usuarios inscritos disminuyó en un 2% con respecto a 2016, alcanzando los 21,8 millones de usuarios, y el número de visitantes a bibliotecas en 2018 es de 197,8 millones. Sin embargo, el rol de las bibliotecas durante la pandemia de la COVID-19 y, en especial las virtuales, han sido esenciales como centro de acceso a la literatura y a la cultura. Si bien sería interesante conocer la cifra de 2020, la Encuesta de Hábitos y Prácticas Culturales en España únicamente muestra las personas que asistieron o accedieron a través de Internet a las bibliotecas años anteriores (2014-2015 y 2018-2019).

En una época casi post-pandémica (esperemos que acabe pronto), con las lecciones aprendidas, los nuevos modelos de negocio y una sociedad cada vez más digitalizada, ¿qué peso tendrán las bibliotecas dentro del patrimonio cultural los próximos años? Solo el tiempo lo dirá.