Entrevistas, Más literatura

«Cultivar una buena salud mental cada día es productividad y felicidad con tu trabajo para mañana»

De mi afán por conocer todos los aspectos que involucran la creación de un libro desde la idea hasta que se publica, nacieron una serie de reportajes sobre las distintas figuras implicadas en el proceso y que, a menudo, no gozan del reconocimiento que se merecen. Una de ellas es la ilustración.

Así, para conocer un poco más acerca del trabajo que desarrollan, de lo que hay detrás de una cubierta final que llamará la atención de los lectores y de la situación actual de su profesión, hablé, entre otras profesionales, con Medusa Dollmaker, a quién encontraremos seguramente bajo un delantal, entre gatos y gallinas, y que cuenta con un talento maravilloso influenciado por la naturaleza y la historia.


Medusa Dollmaker -nombre artístico- está especializada en estilos art nouveau y retro, con paletas de colores lavados y tintas y texturas de inspiración vintage.

Principalmente, toma encargos digitales, pero también trabajo en tradicional.


¿Qué es para ti la ilustración? ¿Cómo la definirías?

Bueno, eso es un poco complejo porque creo que cada profesional te dará un matiz distinto de lo mismo.  Yo creo que la ilustración es la rama del arte que está más centrada en contar una historia, en comunicar un concepto. Muchas veces acompaña a ese concepto o historia (ilustraciones para un cuento, por ejemplo), o lo resume (una portada de disco, o libro)

¿Qué requisitos consideras necesarios para ser una buena ilustradora?

Si alguien se entera de cuáles son, que me los cuente. Yo creo que es importante tener capacidad de adaptarse y versatilidad, trabajar varias técnicas o al menos conocerlas. Tener un lenguaje visual rico, de símbolos y recursos, modernos o antiguos. También es importante el ir aprendiendo técnicas/estilos/software nuevo que vaya saliendo para fluir con el tiempo sin atascarse. Comunicarse con el cliente claramente. Pero, sobre todo, experimentar.

La ilustración es la rama del arte que está más centrada en contar una historia, en comunicar un concepto

¿Tienes algún referente?

Muchos, pero más que solo ilustradores, artistas en general. Arthur Rackham, Henri Privat-Livemont, Elisabeth Sonrel, Mucha, Klimt, Artemisia Gentileschi, Dante Gabriel Rosetti…

¿Cómo es el proceso creativo? ¿Por cuántas etapas pasa el diseño antes de que sea definitivo?

En cuanto a encargos, monto una carpeta con el briefing del cliente, fotografías, sugerencias, documentación. Pruebo varios bocetos y paso 1 o 2 al cliente. A partir de ahí vamos definiendo la composición y detalles. El siguiente paso es el entintado digital, y luego color. A veces junto ambos procesos. En trabajos particulares el proceso es parecido.

¿Qué herramientas de trabajo utilizas para componer las ilustraciones? ¿Prefieres técnicas tradicionales o digitales?

Me gustan ambas, pero para encargos trabajo solo digital, por el momento, ya que se adapta más a los presupuestos y los cambios que puede requerir un cliente. Es más ágil a la hora de hacer arreglos y situar elementos, por supuesto también agiliza la digitalización de la obra.

¿Qué género te gusta más ilustrar?

Fantasía/cuentos/Terror gótico, realismo mágico, simbolismo y alegorías. Pero si te digo la verdad, lo que más me gusta es diseñar para camisetas.

¿Un estilo se basa o te encuentra?

Yo creo que ambos. El estilo se trabaja, pero tiene mucho de instinto e influencias. El estilo no se estanca, evoluciona. Y para esto, es necesario jugar con el arte, experimentar, analizar y explorar.

Bajo tu punto de vista, ¿cómo está valorado el trabajo de un ilustrador o ilustradora?

No mucho, pero el caso es que estamos en todas partes. En cierto modo, formamos parte de la industria del entretenimiento. Sí es cierto que en los últimos diez años se ha puesto en valor. Pasa como todo: lo que no se dice, parece que no existe. Muchos ilustradores han estado a la sombra de la obra que ilustraban, de la portada, la camiseta, etc. Parece que poca gente sabía quién generaba cosas detrás de las cosas que les molaban. Ahora parece que ya es relevante contar quién escribe la historia, y quién la ilustra. Lo que me alegra también es que está empezando a suceder lo mismo con los coloristas, los entintadores… dejan de ser esas partes invisibles que trabajan duro y contribuyen mucho.

El estilo se trabaja, pero tiene mucho de instinto e influencias. El estilo no se estanca, evoluciona

¿Hay algo que quieras añadir?

Creo que estaría guay hablar de rutinas de trabajo y de la importancia de la salud mental cuando trabajas como freelance. Por ejemplo: me gustaría comentar que es muy importante saber que compararse es una mierda, que tu rutina de trabajo no se va a parecer a la mía porque cada persona tiene un ritmo distinto. Y eso está bien. Trabajar duro y practicar a tope es muy importante, pero respetarse también. No somos máquinas, debemos escuchar a nuestro cuerpo y mente y respetar nuestros tiempos. Cultivar una buena salud mental cada día es productividad y felicidad con tu trabajo para mañana. Porque aunque trabajes en algo que te gusta, si te sobreexiges y explotas, acabarás quemada y deseando escapar. Descansar es productivo.

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